Dogbane Beetle

martes, 19 de abril de 2016

Al mundo le vales verga



Vas a despertar otra vez, para seguir viendo la ventana de tu habitación, que da a las ventanas del edificio de enfrente. Sales para divisar sólo unos pocos metros cuadrados de cielo, calles intransitables. Gánate un sueldo para amortiguar con bienes lo mal que te sabe el café en las mañanas  y lo inútil que es seguir untando de mermelada el pan tostado. Gánate un lugar imaginario, que cualquiera puede venir y ocupar, siéntete necesitado, para enseñarte lo que es tener alguien idéntico detrás, esperando tomar lo que te has esforzado en crear. Ya no leas por placer, no sirve de nada dar fe de esas vidas extraordinarias, de los pensamientos que abren dimensiones y palabras que parecen arrullar tu nombre. No tiene sentido buscar algo más que la continua y prolongada sedación de la mente. Algo que calle el dolor, que ponga una mano sobre todas las cosas que se repiten como loop frente a tus ojos y de las cuales no tienes control. Porque no existe el control. Métete todas las drogas que puedas en ese festival, siéntete libre, golpea la pecera con tus manitas sumergidas en MDMA, mueve la cola hasta que te duela la cadera en esa fiesta de NAAFI, esnifa cocaína, coge con personas que no te importan, porque al final, tú tampoco les importas y finge que no duele. Alimenta la fantasía de independencia y autonomía sobre quién eres y lo que estás moldeando en tu interior. Ya no pidas perdón. Ya fue suficiente. Deja de disculparte por el humano que creo en ti el contexto de tu existencia. Eres ese pedazo de basura sucio y manipulador, que llora en la orilla de su cama cada mañana, que extraña el sol, que busca lo bueno en cada situación, acéptalo, lidia con eso, patea los champús en la regadera, jálate el cabello. Tu vida no tiene una razón superior. Basta de pensar que algo grandioso está a la vuelta de la esquina. En cambio, sigue obsesionándote con personas para perpetuar la mentira de que vales algo, de que importas algo, de que no eres este conjunto de carne y huesos que se levanta por las mañanas, para ver por la ventana de su habitación, que da a las ventanas del edificio de enfrente. Vamos a agregarnos en Facebook, para no sentirnos abandonados, para no sabernos solos, para seguir engañándonos. Trabaja, cómprate un carro, corre en las mañanas con un chingo de prisa, para complacer a sabe quién vergas. Usa el claxon, haz ruido, que no nos pase inadvertida tu existencia, que no se nos olvide que estás en este mundo, tira envolturas de plástico que seguro matarán a un delfín bebé, llora por tu espinilla mientras se derriten los glaciares. Haz un putazo de dietas intentando parecerte a algo que nunca vas a ser, haz yoga, no comas gluten, retrasa aunque sea un poco el proceso de descomposición. Caga un plato y dinos que es arte, súbete la minifalda hasta la espalda. Pero deja de pedir perdón, al final de cuentas, al mundo le vales verga.

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