Luces muy bien hoy chica fancy, tu labial es el de temporada y tu ropa de pasarela te entalla perfectamente, estás en todos los eventos importantes, presumiendo tu porte y elegancia, tu modernidad y la manera tan insistente en que te gusta poner una raya entre el vulgo y tus zapatos de marca.
Cabello impecable, preparas cuatro días antes tus outfits, aunque sólo visites cualquier bar de mala muerte, aunque sólo te inviten a un festival musical en temporada de lluvia y termines empapada y llena de lodo, en el fondo sabes que te sigues viendo fabulosa.
Utilizas los enervantes justos para pasártela bomba, nada que te saque de casilla, nada que te vaya a poner muy loca, porque las chicas fancys no pierden el estilo.
Eres más banal y superflua que todas las señoras que te encuentras en Palacio de Hierro, sabes lo bien que te ves, sabes lo cool que puedes llegar a ser, es por eso que después del after, cuando las sábanas blancas e inmaculadas de tu cama te reciben, te miras en la cámara frontal de tu celular con el delineador negro corrido en las orillas y te preguntas por qué estás tan sola, por qué no eres la persona favorita de nadie, por qué eres tú quién tiene que perseguir a los demás.
Porque aún de la perfección de tus movimientos en la pista de baile, del equilibro suprahumano en plataformas, nadie sabe apreciarte, nadie quiere tocarte más de una noche seguida, sólo para no tener que escuchar al siguiente día tu retahíla de comentarios insustanciales.
Y te das cuenta que el enorme talento que tienes para combinar prendas de ropa, no lo tienes para hilar sucesos, para comprender más allá de la temporada otoño-invierno, porque puedes predecir tendencias pero te tardaste tantos años en hacer la propia premonición de tu soledad.
Ay chica fancy, tan adentro de la escena y tan afuera de la vida de las personas, tan bonita tu bolsa, tan podrida tu alma.
Todo lo que eres es una pose muy forzada de quién quieres ser, todo lo que piensas es un pobre intento de lo que buscas tener y al final del mes todo deriva en intentarlo demasiado, tan fuerte que te agota más que media hora de cardio.
A lo mejor si te tuvieran más paciencia, si escuchar pendejadas tan vacías no estresara a las personas, si las circunstancias de tu vida no fueran soporíferas, se quedarían un momento más platicando en el bar, pero yo no puedo, no me sale fingir interés, no me sale aparentar, simular, ponerme máscaras, ocultarme detrás de telas finas, de maquillaje cargado, ni lugares o temas de moda.
Chica fancy, qué sola estás, chica fancy que vacía estás, chica fancy piensa seriamente lo que te vas a poner, porque si no hay sustancia mínimo tienes que verte muy bien.
1 comentario:
Estás cabrona. <3
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