¿Cómo estás?

-¿Cómo estás?
-Mal, no soporto la vida, me duelen los ojos todas las mañanas al despertar, entre las 8 y 9 am lo único que me pasa por la mente es tomarme la botella de cloralex, llevo dos semanas con los espejos de la casa cubiertos con mantas, no tolero mi reflejo, he estado saliendo sin maquillarme y si por casualidad se me atraviesa el vidrio polarizado de algún carro desvío la mirada con un mohín de desagrado. Antier consideré seriamente la idea de quemarme las manos para no asistir al trabajo y hoy en la noche se murió mi gato. Entre más busco cosas para llenar mi saco más sola me voy quedando, entre más piedras voy echando a mi morral más siento que me están aplastando. Me siento vacía e insustancial, más chiquita que una hormiga, vana y superficial. Tengo un playlist curado para mis momentos como este y ya no me está funcionando y no, para nada estoy menstruando, no es un problema hormonal, ni una situación de mujer, sólo soy esta personita despojada y desechada, llorando de hartazgo de la experiencia humana. Ya va un año sin que nadie se enamore de mí. No hay consuelo en mis libros, ni en el scrolleo infinito de tumblr, ni en las películas de niñas tontas, ni en mi par de zapatos nuevos, ni en nada. Soy como un pozo sin fondo, al que no importa cuántas cosas le eche, nunca se llena, nunca queda en paz. Justo ahora estoy llorando sobre mi sopa de municiones fría, y hace un rato pasé media hora contemplando mis uñas sin manicura. Estoy viendo que dejé la llave del gas abierta al terminar de hacer la cena y la verdad no sé sí me voy a parar a apagarla, no sé si valdrá la pena, no sé si mejor me quedo aquí quietecita esperando, aguardando, durmiendo y no despertando.
-Ah ok.