No soy tuya

Yo no soy tuya, tú no me completas ni me defines, tampoco me haces más mujer o más libre, no te pertenezco y tus caricias o miradas no me condicionan. Tú no me usas, no me tiras, ni me cambias, no soy una camisa pasada de moda o unos zapatos viejos. No me das valor, pero tampoco me lo quitas.

Tus opiniones no se vuelven mías, mis manías no son provocadas por tus tratos, puedes influir mis decretos pero jamás aclamarlos como tuyos, ni de nadie. Si estoy contigo estoy a un lado, nunca por atrás. No soy un árbol que puedes orinar y marcarlo como tu propiedad.

A mi alma no la puedes privatizar, a mi espalda no le puedes dar de latigazos y obligarla a obedecerte, no me toques si no te lo permito, tus miradas no son mi jaula, tus ojos no son mis ventanas. Mis lágrimas no las provocas, mis dolores no los lideras, mis risas te las comparto pero no te las quedas.

Los incendios forestales de mis pulmones yo los apago, el playlist de mi vida yo lo curo, la serie de eventos yo la programo. Te invito a complementarme, jamás a invadirme, te presto un espacio pero no te lo vendo. Tengo adentro un recinto sagrado, no un destino turístico.

No soy un bien inmueble para alquilar o una canción con derecho de autor. Puedo invitarte a quererme pero jamás a necesitarme, puedes invitarme a amarte pero jamás a rogarte que te quedes a mi lado. Tanto como tú puedes vivir sin mí yo puedo hacerlo sin ti.

Mi cabello no es del peine que me peina, mi vida no es del gobierno que me gobierna, mi cuerpo no es de la persona que lo toca, mis chistes no son de quiénes les da risa. Yo no soy tuya, no puedes comprarme, usarme y tirarme.

Tus besos no me desgastan, tu cuerpo no me vuelve inservible y tus poemas no me describen. No estoy bajo contrato o amenaza, permanezco mientras quiero y estoy mientras me quedo.