Y qué güeba. La neta.
Nada como la sencillez de meterte las manos en las sobacas y olerlas y deleitarte con tu propio sudor amargo, o jugar con las bolitas de nesquik en la leche, o tomarte un café cargado, o sacarte la cerilla con un incaible. Y amarlo, amar con cada célula de tu pinche cuerpo veinteañero, las pequeñas pero placenteras estupideces que definen tu soledad y no buscarle significado, y no pensar cada segundo si lo que haces es demasiado mainstream para el sector en el que te desenvuelves.
Y no hablo de hipsters, neta.
Hablo de la vida, compadres.
Santa pizza madre de dios, mátalos a todos por favor.
3 comentarios:
Amén, así de sencillo. Aunque no siempre se logre esto debería de ser una forma en la que medir la vida.
¿Podemos tomarlo ya como el manifiesto anti-hipster?
Pero bien chica, esta lindo que nos recuerdes que la vida esta hecha de los detalles. De los sencillo, sobre todo
escribes muy bien
pasate por mi blog
http://lornea.blogspot.com
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