Dogbane Beetle

viernes, 29 de agosto de 2014

2014


Probablemente sí me pasaré la vida buscando algo extraordinario y por probablemente me refiero a que ya es un hecho constatado. Entre más cerca estoy de encontrarlo más me estoy alejando. Lugares oscuros, bosques profundos, ojos sin iris. Entonces supongo que todo se trata de una pareja bailando salsa, de una viejita en soriana guardando tus productos en bolsas de plástico que se desintegrarán en mil millones de años o quizá sólo es el cerro, el sonido que produce el gas al abrir una bebida, viento fresco sobre la cara sudada, perfume con olor a librería, lamer el desodorante en roll-on. Tal vez la vida se trata del momento en que andas tachoso y te sudan las manos, o cuando vomitas en 10 segundos el alcohol de una noche entera.  ¿Es que no podemos esperar algo más? ¿Es que seguiremos con la antiquísima tradición de buscar respuestas en otra persona que parece/está, igual o más, desorientada que nosotros? Ya no me hablen de religiones, que la vida no se divide en vegetarianos y carnívoros, que el siglo está esperando algo más que derramamientos de petróleo, porque al final de cuentas el amor se hace no nos hace. Uno también se puede enamorar de los árboles, del humo y el olor a gasolina. Esto es el maldito 2014. No nacemos para siempre en el momento en que nuestras madres nos alumbran, sino que permanecemos en posición fetal hasta que nos llega el momento, pero es como la pareja que se reúne en el aeropuerto después de casi separarse por un océano entero: nunca sabes cuándo aplaudir. Deja de sentirte en el pasado pinche milenario, honra a tu época, dale personalidad a tu generación. No te conformes con lo ordinario y empieza a buscar lo extraordinario, a eso viniste y sabes que si no lo consigues te vas a morir enterrado en lo que te sentiste toda la vida: un pinche pozo sin fondo. Olvídate de lo que te dijeron tus papás, no eres tu escuela, ni una calificación, tu trabajo, un aumento o tu medio de transportación, no eres la persona en que depositas toda tu frustración, no eres único ni especial copo de nieve, bajo esa primicia date cuenta: las personas que te rodean tampoco lo son. No te lastimes más, aquí está el camino, sólo síguelo ¿no ves que resplandece en color dorado? ¿no ves que parece como si te lo hubieran untado en brillantina? Lo bonito de la vida es que podemos mandar todo a la verga en el momento que queramos, no una, sino dos o tres o cuatro o cinco o mil o un millón de veces ¿o es que enserio ya no esperas nada más?

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