sábado, 27 de julio de 2013
El mame
Soy un cántaro roto al que se le escurrió todo el líquido y quedó vacío, lo que solía contener ahora yace desparramado en banquetas, alcantarillas, entre 5 de mayo y pino suárez, junto con el polvo y la suciedad, entre la poquita magia que le queda a la ciudad, por el faro del comercio, regado como aceite por toda la macroplaza, en la explanada del museo de historia, valió verga, por más que quiera no lo puedo volver a juntar. A lo mejor ya es hora de que llene el cántaro de nuevas cosas, que me remache los pedazos y use el pegamento de la vida para funcionar, a lo mejor ya es hora de que me deje de mamadas y me ponga a contener, a ser lo se de debe hacer. A lo mejor ya es hora de dejar de echar limón en las heridas y después mantenerlas abiertas con tanto ahínco y esfuerzo, dejarme de chingaderas, suficiente hay con lo difícil que ya de por si es la existencia para todavía agregarle niveles. Contener, debo de contener otra vez. Parar el mame, debo parar el mame ya, debo parar el mame, parar el mame, debo parar el mame, parar el mame, debo parar el mame, el mame debo parar, si no paro el mame ya me va a matar, debo parar este mame que me consume y me incendia por dentro y deja en cenizas mis riñones, y mi estómago y eleva el fuego por entre las costillas, que abrazan hacia arriba mi garganta y siguen subiendo hasta inundar mi cerebro de mame. Debe parar, necesito parar el mame.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario