Me fui porque todo Monterrey me huele a ti, las calles del centro, los camiones que tomo, lugares que frecuento, el sol que me cala en cada centímetro cuadrado de conciencia, los cerros enclaustrantes, la mota que fumo en los parques. Las gotas de sudor, los pensamientos, las nuevas teorías que realizo acerca de la vida. Las cuadras que camino, la cama de mi mamá, el sillón de la sala, la mecedora de mi abuela. No quiero estar ahí. No quiero estar ahí, sin ti.
1 comentario:
¡Qué triste!
Publicar un comentario