sábado, 28 de noviembre de 2015
A veces creo que ya me quiero casar
A veces creo que ya me quiero casar,
que necesito alguien que se arrodille frente a mí,
y me prometa un millón de cosas que jamás podría cumplir,
hasta que la muerte nos separe and shit.
Luego lo pienso mejor y creo que no es así,
en realidad no me quiero casar,
tal vez sólo necesito dejar de pensar,
en los atentados terroristas y el EI.
Quizá sólo necesito alguien con quien acurrucarme,
para amanecer aunque sea una mañana sin sentirme un fracaso,
y después salir a enfrentarme a la décima ciudad más grande del mundo,
con mis dos décadas y mi inseguridad, con mis ganas de incendiar.
No, creo que la verdad no quiero casarme,
tal vez sólo deseo alguien que me pague un plan de celular,
o que no me deje morir el fin de semana,
y veamos netflix acostados en la cama.
Esa idea del amor romántico fue desechada para mí,
por una sociedad que señala lo que no se acopla a su estándar,
con un sistema tan arcaico como ilógico,
pero quién soy yo para contradecir.
A veces pienso que todos somos iguales,
que buscamos encajar en los espacios vacíos de los demás,
que sólo somos animales patéticos llenos de añoro,
intentando no prestarle demasiada atención, seguir pareciendo cool.
Pero la verdad no me quiero casar,
sólo quiero dejar de pensar,
en Putin, en colgados de los puentes y la falta de agua,
en mi vida yéndose de mis manos sin poderla detener.
En que sólo nos sentimos completos acompañados por alguien más,
en cómo nos enseñaron a ser así,
en que nos convencieron que venimos en mitades,
en que quiero ser feliz sin necesitar a nadie.
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3 comentarios:
You had me at "en que nos convencieron de que venimos en mitades".
Bravo.
:')
:')
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