No postees tu suicidio en feisbuc.

Júrame que si te dejo no te vas a matar, que si me muero no querrás seguirme. Júrame que al irme no añorarás tanto mi compañía que preferirás ahorcarte, y colgarte de una viga o lanzarte al metro en la estación Cuauhtémoc. Dime que no me vas a extrañar, que despertarás todos los días y prepararás tu taza de café usual, después te bañarás y vivirás como siempre viviste antes de mí. Fírmame esta carta promesa de que no morirías por mí. Necesito saber que no tenemos esa clase de apego. Que en tu vida soy sólo fuego, fuego que se extingue, que se apaga, que al más leve rastro de viento perece, se acaba.

Dime que no tomarás el frasco de calmantes que tu mamá guarda en la cajonera al lado derecho de su cama. No quiero que me llores lágrimas de sangre, no quiero ser todo para ti. Entrelacemos nuestros meñiques mientras susurras que estamos viviendo un momento, un momento que sabes que pasará, un momento que nos parece infinito mientras nos miramos a los ojos, pero que en el inconsciente reconoces completamente que no hay nada más detrás de eso.

Seguirás respirando, bailando, bebiendo, comiendo y cagando. Conocerás otra mujer, una que el destino haya creado exactamente para ti, que llene tus vacíos y complemente tus espacios. Después le propondrás matrimonio, quiero que cambies tu estatus de relación a "comprometido". Tendrás hijos, comprarás una casa con tu crédito Infonavit, serás parte del seguro social.Te crecerá el bigote, tantito la panza, si mal te va te treparás los pantalones al ombligo. Pero ojalá te vaya bien. Quizá viajes una vez cada verano a alguna playa de México, quiero ver muchos likes en la foto donde salgas con alguno de tus hijos mostrándole el mar.


Bésame quedito. Luego júrame de nuevo que no morirías por mí; yo no lo haría por ti.